VALUE DRIVERS

No es posible valorar una única realidad, que es la empresa, de una forma absolutamente unívoca, desde un único prisma.

Cada valoración se apoya en unos “value drivers” o variables que defienden una valoración y su metodología de cálculo.

Así no es lo mismo valorar una participación o paquete de acciones mayoritarios de una compañía o un paquete de acciones minoritarias. En sí mismo, el objeto de valoración es el mismo, pero otorga derechos bien distintos. Tampoco es lo mismo, por lo tanto, la valoración de un paquete minoritario de acciones que otorga, sumado a otro paquete de acciones que ya es ostenta, el control de la compañía, en este caso debe añadirse al valor la denominada “prima de control”.

No es lo mismo valorar a empresas industriales, comerciales, tecnológicas o de internet.

No es lo mismo valorar activos tangibles (máquinas, inmuebles, etc….) que activos intangibles, inmateriales (marcas, patentes, royalties, fondo de comercio, concesiones administrativas….)

No es lo mismo valorar a una empresa en funcionamiento que a una empresa en proceso de liquidación.

No es lo mismo valorar un bien libre de cargas que un bien objeto de una herencia.

No es lo mismo valorar una empresa objeto de una fusión o adquisición que a una empresa independiente, dado que en lo primer caso se podrían generar sinergias, objeto de valoración, en definitiva 2+2 no son 4, en término de procesos de valoración.

Hay empresas que valen más separando y vendiendo sus activos de forma independiente, que la empresa en su conjunto.

No es lo mismo valorar a una empresa independiente que a una empresa para un proceso de OPV (Oferta Pública de Venta) u OPS (Oferta Pública de Suscripción).

En definitiva, cada valoración se sustenta en una serie de value drivers que hace que dicha valoración sea consistente.

MENOS OBLIGACIONES CONTABLES PARA LAS PYMES

A partir de las cuentas anuales de 2016, la mayoría de empresas ya no deberán presentar el «Estado de Cambios de Patrimonio Neto´´. Además, se han ampliado los supuestos para aplicar el PGC-Pymes.

Cuentas anuales. A partir de las cuentas anuales 2016, las empresas que puedan presentar balance y memoria abreviada o las que utilices el modelo del Plan Contable de Pymes (PGC-Pymes) ya no deberán presentar el «Estado de Cambios en el Patrimonio´´. Dicho documento pasa a ser sólo voluntario, al igual como el «Estado de Flujos de Efectivo´´.

PGC-Pymes. Asimismo, con efectos retroactivos desde 2016, pueden aplicar el PGC-Pymes las empresas que durante dos ejercicios consecutivos cumplan dos de estas circunstancias:

  • Que el total de las partidas que aparezcan reflejadas en su activo no superen los 4 millones de euros.
  • Que el importe neto de su cifra anual de negocios no supere los 8 millones de euros.
  • Y que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio no sea superior a 50.

Con este cambio normativo, a partir de 2016, se igualan los límites para aplicar el PGC-Pymes y para poder realizar el balance y la memoria de forma abreviada.

CONCEPTO DE VALOR

Decía Antonio Machado, “todo necio confunde valor con precio”.

 

Efectivamente, una cosa es el valor de un bien, de un activo y otra bien distinta el precio por el que se realiza la transacción.

 

Prácticamente todos los bienes y derechos están sujetos a una posible compra o venta, lo que significa que todos ellos tendrán un precio, en función de las leyes de la oferta y la demanda y a todos ellos, se le asignará un valor previo.

 

Existen dos tipos de escuelas de valoración, (i) la escuela clásica y (ii) la escuela moderna. La escuela clásica utiliza métodos de valoración estáticos, basados en el valor del propio bien, mientras que la escuela moderna utiliza métodos de valoración dinámicos, basados en la capacidad que tienen los bienes y derechos en generar flujos de caja futuros.

 

Lamentablemente, la realidad es que no existe un único método de valoración, sino una serie de métodos, que valoran al activo desde diferentes puntos de vista, de los que obtenemos un intervalo de valoración de referencia y donde el precio final de la transacción debería encuadrarse dentro de ese intervalo, en función de las fuerzas de la oferta y la demanda. Una cosa es cuánto vale un bien y otra bien distinta es cuanto estarían dispuesto a pagar por él.

 

La auténtica base de las metodologías clásicas de valoración es la relación existente entre riesgo, rentabilidad y diversificación.

 

Los métodos de valoración más utilizados en la actualidad son Flujos Netos de Caja, Valor Neto Contable, Operaciones Comprables y PER.

 

Desconfíen de cualquier valoración realizada por un solo método.

 

Finalmente les indicamos las siguientes fuerzas que conforman el valor y el precio de un activo:

 

 

                                                      Condicionantes del Vendedor

 

 

Factores Exógenos                               Valor Objetivo                                         Precio

 

 

                                                         Condicionantes del Comprador