Tasa de morosidad de la banca española

La morosidad de la banca española se sitúa por debajo del 11% (10’9%), encadenando 5 meses consecutivos de reducción. Es decir la banca española tiene problemas para recuperar 11€ de cada 100€ que prestó.
El valor máximo de morosidad se alcanzó en diciembre de 2013, con un 13’6%. Este dato además estaba distorsionado y debería haber sido mucho mayor debido a la fuerte descarga de morosidad que disfrutó el sector financiero con la creación de la SAREB, que absorbió entre diciembre de 2012 y febrero de 2013 buena parte de la carga tóxica de los préstamos inmobiliarios.
En el año 2007, la tasa de morosidad se situaba por debajo del 1%.
En concreto los saldos de dudoso cobro de la banca suponen actualmente 149.308 millones de euros sobre un saldo de crédito vivo de 1’357 billones de euros.
Es de destacar que esta rebaja de la tasas de morosidad se da en un contexto donde también desciende el saldo vivo del sector, por lo que el denominador (saldo de crédito vivo) desciende y el numerador (créditos dudosos) pesa más en el indicador.
El nuevo crédito todavía no compensa las amortizaciones, por lo que el saldo vivo cae mensualmente a razón de unos 7.000 millones de euros.
Lo razonable es pensar que la morosidad de la banca española continuará en niveles elevados hasta que no mejore la tasa de paro (actualmente 22’37%).
Estas reducciones de la tasa de morosidad permitirán a la banca ir reduciendo el volumen de provisiones que ayudarán a su cuenta de resultados.