2.- La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió los tipos de interés y pone fin a la crisis financiera iniciada en 2007.

Esta acción marca el final de un periodo extraordinario de siete años de tipos cerca del 0% para apoyar la recuperación de la economía tras la peor crisis financiera y recesión desde la Gran Depresión. Es la primera subida de tipos desde junio de 2006 y significa el punto final a una era de estímulos monetarios sin precedentes para afrontar la peor de la crisis financiera desde la Gran Depresión. La Fed retira ahora la última “vitamina monetaria” y decreta una suerte de fin oficial de la crisis. Lo hace de puntillas, subiendo solo un cuarto de punto los tipos, fijándolos en la horquilla de entre un 0’25% y un 0’50%.

Con este paso se inicia el camino del repliegue de una política monetaria hiperexpansiva, iniciada en pleno pánico económico mundial, considerando que el crecimiento y el empleo de la economía norteamericana son lo bastante robustos y que el riesgo de la baja inflación es solo transitorio.

Subir los tipos, aunque sea de forma leve, supone un incremento de la financiación y lleva a una revalorización de la divisa, lo que perjudica a las exportaciones.

Pero la munición soltada por la Fed desde 2008 no tiene que ver solo con el precio del dinero sino también con la multimillonaria compra de activos financieros (esa llamada expansión cuantitativa).

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En los espinosos 2008 y 2009, cuando muchos grandes colosos financieros se hundieron, Estados Unidos, adalid del libre mercado, tuvo que tragar sapos como los rescates con dinero de los contribuyentes. Y la máquina de imprimir dinero trabajó a destajo.

Europa seguirá el mismo camino a partir de la segunda mitad de 2016. Hay cosas escritas en la historia.